Patricia Mediavilla
Entrevista a Elvira Ruiz
A
continuación, se les ofrece una entrevista de una docente dedicada toda una
vida a ejercer de maestra en las aulas de Educación Primaria, Elvira Ruiz, en
un centro concertado “La Madre
del Divino Pastor”, situado en Las Arenas (Getxo) del cual yo también fui
alumna y tuve la suerte de que fuese mi tutora y de poder disfrutar de su enseñanza.
En sus inicios, Elvira acabó la carrera de
Magisterio en 1980, y hasta 1981 se dedicó a preparar oposiciones, ya
que son una de las principales salidas laborales de los
maestros, puesto que periódicamente las distintas
administraciones autonómicas sacan a concurso las plazas de los colegios e
institutos de titularidad pública.
Estudió en “La Madre del
Divino Pastor” (Las Arenas/Getxo), de ahí a que al terminar las oposiciones,
decidió optar por intentar trabajar en el colegio donde había estudiado, y la
dirección le dijo que estaban esperando a una persona que se había comprometido
con ellos, pero a ésta le surgieron otros asuntos, y tuvo la oportunidad de
colocarse durante un año del cual tiene buenos recuerdos y adquirió mucha
experiencia “En Magisterio te enseñan mucha teoría pero en el momento de
ponerse a trabajar te das cuenta de que es todo diferente, que tienes que estar
viendo cómo actúan, que puedes cambiar, cómo puedes ayudar, mejorar…” declara.
Al finalizar este primer año
trabajando, le mandaron al paro porque cogieron a otra persona, pero su
sorpresa fue, que en Noviembre de ese mismo año, le volvieron a llamar debido a
un incidente con esa otra persona, y le ofrecieron de nuevo el colocarse a
trabajar y lleva ya, treinta y cuatro años hasta día de hoy. Actualmente da clases de lengua y
matemáticas (en castellano) en 5º y 6º de Primaria, y es tutora de 6º.
Empezó en 6º de Educación General
Básica (EGB) que constaba de ocho cursos,
como tutora, y dando asignaturas en 8º de EGB y al de dos años pasó a dar a los
cursos de 3º y 4º de EGB. El último año que se cursó la EGB fue en el curso
escolar 1996/1997.
Con la nueva Reforma (LOE) el
sistema educativo cambió, ya que se creía que salir con 14 años de la escuela
era demasiado pronto, por ello actualmente el sistema educativo funciona de la siguiente manera: Educación Infantil: Primer ciclo de 0 – 3 años y Segundo ciclo de 3 – 6 años;
Educación Primaria de 1º a 6º (de 6/7 a 12/13 años); Educación Secundaria Obligatoria (ESO)
de 1º, 2º, 3º y 4º de ESO (hasta los 15/16 años); Bachillerato 1º y 2º (hasta los 17/18 años).
Respecto a los cambios importantes que
ha vivido en su trayectoria como docente señala que ahora las aulas son fruto
de la diversidad cultural y se intenta atender a todo tipo de niños, ya que
antiguamente no había tantos niños extranjeros, sudamericanos, o filipinos y
ahora sí. “Es enriquecedor porque todos tienen vivencias de todo tipo, pero sí
que es verdad que vienen con otro tipo de cultura y se tienen que adecuar a
todo lo que se hace aquí, pero para el resto de niños es muy bueno porque en
seguida les acogen, pero es verdad que cuesta más dar clase” explica la docente.
Por eso, hay una mayor oportunidad de apoyos y de refuerzos lingüísticos.
Además, se le da mucha más importancia
al proceso de aprendizaje y la trayectoria de los niños y no solamente al
resultado, se mira un poco más como van trabajando, si se preocupan, el interés
que tienen, si son constantes y trabajadores, no solo las notas de los
exámenes. Asimismo, la importancia de
los idiomas ya que cada vez se ve más la necesidad de impartir asignaturas en
otros idiomas y se tiene más información de todo y por diversas vías.
Los contenidos ahora se aproximan mucho
más a los intereses de los niños, pero el esfuerzo es mucho menor. La figura
del profesor se nota menos valorada y apreciada, “Antes lo que decíamos era
tomado en cuenta, pensando que era lo mejor para el alumno, no se daba la razón
al niño hasta hablar con el profesor” asegura. Ahora los padres dan primero la
razón a sus hijos y se enfrentan a los profesores. Así pues, los alumnos son
más infantiles, muchas veces se les da todo hecho y no se les apoya en lo
necesario, les cuesta madurar. Y también hay que mencionar, la falta de medios
para solucionar problemas en las aulas, ya que hay muchos niños con déficit de
atención, o que tienen dificultades en casa…
En cuanto a las dificultades en el
ejercicio de la profesión, por parte de la familia se observa la falta de
tiempo a la hora de dedicarse a sus hijos/as, y además, muchas veces las decisiones que
se toman desde las altas instancias están muy alejadas del aula y los
profesores tienen que intentar solucionar esos problemas que no les competen
(exenciones, modelo B con niños que vienen de fuera). Al mismo tiempo, las
nuevas tecnologías adaptadas al aula, hay que aprender y habituarse a un
trabajo diferente (pantallas táctiles, tablets, plataformas...). Y lo cierto es
que cuesta mucho más que antes captar la atención de los alumnos ya que están
sometidos a intereses externos más inmediatos, más fáciles, más cómodos, por
eso es mucho más complicado motivarles “Tienes que informarte de fútbol, de
Justin Bieber, de series que ni te van ni te vienen, pero cuando en clase les
empiezas a hablar de esas cosas les captas la atención al instante” dice entre
risas. Por otro lado, las familias muchas veces no quieren ver los problemas de
sus hijos/as y por eso, nunca se desconecta del trabajo del todo.
Los problemas que surgen a lo largo de
la profesión se van afrontando con calma y paciencia. Hablando muy a menudo con
los alumnos (tutorías diarias) y con las familias. En el trabajo diario con los
alumnos se van adaptando y reciclando los cambios que van surgiendo acorde a la
sociedad que vivimos. Lo cierto es que el colegio al ser pequeño y estar en el
centro de Las Arenas, es muy fácil comunicarse con las familias “El contacto es continúo, hasta en el supermercado, o en la carnicería o dando un paseo con mi
marido me cruzo con los padres y hasta me paran” admite. Por lo cual, todos los
problemas que van surgiendo a lo largo de la vida laboral se responden
valiéndose de la experiencia de tantos años y adquiriendo más paciencia y
adaptándose a los cambios que surgen.
Se trata de una profesión muy
gratificante si realmente tienes vocación, y por eso prácticamente casi todas
las experiencias son positivas. A los ojos de Elvira “La alegría que se siente
cuando se ve que los alumnos/as van funcionando, cuando aceptan a niños que
vienen de otros países, ya que la mayoría se sienten bien integrados, cuando
sales del centro a realizar otras actividades y se comportan bien, además del
cariño que se recibe por la mayoría de los alumnos/as, padres que muestran
agradecimiento, ex alumnos/as que siguen viniendo al colegio y cuentan como les
va…todas estas cosas nos motivan para seguir trabajando día a día”
La relación con las familias como ya se
ha mencionado anteriormente es muy continua, como con los alumnos/as ya que es
un colegio pequeño y resulta bastante fácil. Con la dirección del centro hay
buena armonía también, porque al ser pocos hay una buena conexión.
Decidió formarse como maestra puesto que
desde siempre había tenido claro que era lo que le gustaba y su vocación y no
dudó en ningún momento en hacer otra cosa. El balance sobre su recorrido como
docente con todo lo vivido en estos años, lo describe con momentos de todo
tipo, pero como un balance totalmente positivo. Aunque es una profesión que
cansa mucho, los profesores se tienen que olvidar de cualquier problema personal
y darlo todo. “Cierras la puerta de tu clase, y tienes que ir a darlo todo, con
energía, con mucha fuerza y ánimo, porque te absorben” advierte.
Por otro lado, desde que terminó la
carrera ha trabajado siempre en el mismo centro en el cual se ha sentido continuamente
muy bien. Ha funcionado siempre de tutora, y en comisiones, como en equipo
directivo o en el consejo escolar en los que se van rotando los docentes.
Aunque se te pase por la cabeza en
alguna ocasión abandonar la profesión, nunca es en serio, porque es totalmente
vocacional “Siempre estas animada, porque te han funcionado bien unos, o porque
te ven y te dicen me interesa hacer…vas conociendo alumnos nuevos en los
siguientes cursos…” argumenta.
Por último, el futuro que se espera en
esta profesión es adaptarse al gran cambio en el que estamos inmersos dentro de
las nuevas tecnologías en el aula, las cuales van a obligar a nuevos métodos de
enseñanza. Lo importante es que los alumnos/as se sientan motivados y aprendan
a diferenciar y valorar la realidad que nos ofrece el sistema educativo debido
al exceso de información rápida y fácil que encontramos en las diferentes redes
sociales. Según señala Elvira “Lo más importante, al final, es que nuestros
alumnos/as adquieran unas habilidades para que se desenvuelvan adecuadamente en
cualquier situación que se les presente. De forma competentes para lo que hagan
en un futuro”. Concluye la entrevista preguntándose a sí misma: ¿Los cuadernos,
el papel, los lápices, tenderán a desaparecer? ¿Trabajaremos solo con medios
tecnológicos?
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